Antes de profundizar en cómo los robots colaborativos ayudan a reducir los accidentes laborales en las empresas, acudamos a las cifras. Según el Ministerio de Trabajo, en 2020 se produjeron en España 1.024.507 accidentes laborales. La mitad (49,34 %) ocasionaron la baja del empleado. Por tanto, la accidentalidad laboral afecta a la salud, la seguridad y el bienestar de los empleados, lo que constituye el principal foco de preocupación de las empresas, pero eso también se traduce en costes económicos, pérdida de competitividad y menor disponibilidad de la mano de obra.
De acuerdo con las estadísticas, los accidentes laborales en 2020 tuvieron como consecuencias más habituales lesiones como: dislocaciones, esguinces y distensiones, heridas y lesiones superficiales, fracturas de huesos, conmoción y lesiones internas, quemaduras, escaldaduras y congelación e infartos o derrames cerebrales.
Hay que añadir que otra fuente de bajas laborales en 2020 fueron los contagios por COVID-19. Precisamente frente a este tipo de accidentes laborales, los robots colaborativos han tenido un papel relevante en los últimos meses, ya que han podido ocuparse de algunas fases de fabricación, permitiendo que la producción no se detuviera durante la pandemia al tiempo que se respetaban los aforos y la distancia de seguridad, ya que una parte de los empleados podía teletrabajar.
Otro dato que debe llamar nuestra atención hace referencia a los accidentes laborales mortales durante la jornada de trabajo: en 2020 ascendieron a 634, lo cual representa un incremento del 13 % respecto al año anterior.
Finalmente, los tres sectores que sufrieron una mayor accidentalidad con baja durante la jornada laboral fueron la industria manufacturera (18 % sobre el total), la construcción (16 %) y el comercio al por mayor y menor, así como la reparación de vehículos a motor (13 %).