La exigencia a la que están sometidas las empresas del sector cárnico para servir a las grandes superficies exige una elevada producción de bandejas de loncheados de forma continua. Esa necesidad suele chocar con espacios en planta muy reducidos y con la lucha por evitar que un aumento de la producción signifique que se disparen los costes laborales.
Por ese motivo, la automatización y la robotización de procesos están a la orden del día en el sector cárnico. Sin embargo, la robótica tradicional tiene dificultades para lidiar con algunos obstáculos que están muy vinculados a la operativa del sector:

- Las humedades pueden dañar la maquinaria.
- La falta de espacio dificulta instalar perímetros de seguridad en torno al robot.
- Los cambios de formato obligan a reconfigurar las aplicaciones muy a menudo.
Entonces, ¿es posible confiar en la automatización para encajar bandejas cárnicas con la cadencia que exigen las grandes superficies y con los cambios de formato que marca la diversidad de la oferta en los lineales?
La empresa gerundense TEMIC, fabricante de equipo original que colabora con Universal Robots, dio con la respuesta al diseñar la máquina colaborativa TESA UR50. Este equipo llave en mano desarrollado junto a uno de sus clientes, la empresa alimentaria Coopecarn, efectúa la carga automática de bandejas a un ritmo constante de cincuenta unidades por minuto**.** De esta manera se adecúa a las exigencias productivas de las grandes superficies sin depender del ritmo de los operarios.
El cofundador de TEMIC, David Casadevall, se muestra contundente respecto a lo que supone la automatización colaborativa en la industria cárnica: “la robótica colaborativa es necesaria para automatizar en el sector alimentario”, comenta, “porque el robot convencional se mueve muy rápido, pero limita el uso de espacios al requerir una protección de seguridad”.