El modelo de producción con alta flexibilidad, así como los graves problemas de espacio dentro de la nave, motivaron la necesidad de buscar un pequeño robot portátil que pudiera trabajar codo con codo con los operarios sin resguardos de seguridad. Además, la empresa también demandaba una solución fácil de programar por la escasa experiencia en tecnología robótica de sus empleados.
El modelo UR5 fue el elegido porque trabaja fácilmente dentro de las limitaciones de espacio, e incluso ayuda a prevenir errores. De esta manera, gracias a la aplicación de atornillado del robot colaborativo, se encarga de atornillar los asientos del automóvil al resto de la carrocería con un destornillador que posee al final de brazo.
Los asientos están equipados con un transponedor que contiene los datos individuales de identificación, y tan pronto como el robot recibe los asientos, procede a su lectura y aprieta los tornillos en ambos lados del asiento. Además, si algún asiento ha perdido los tornillos, el cobot lo descarta y emite una señal de aviso.
En cuanto su facilidad de programación, su intuitiva interfaz hace que cualquier empleado pueda programarlo a través de una secuencia de comandos en la pantalla, o simplemente agarrando el brazo robótico para trazar la serie de movimiento que quiere que se memorice.