Las superficies lisas logradas a través de procesos de acabado como pulido, lijado, abrillantado y esmerilado hacen mucho más que refinar la estética y crear productos que sean agradables al tacto. Mejoran la seguridad del producto al hacer que las superficies sean más fáciles de limpiar, reduciendo la susceptibilidad a la corrosión, aumentando la resistencia al desgaste, minimizando la fricción en las piezas móviles y mejorando la adhesión de los recubrimientos. Sin embargo, los trabajadores humanos a menudo se enfrentan a la fatiga y la tensión física al terminar los productos, lo que puede obstaculizar su capacidad para mantener la consistencia en estos delicados procesos. Esto compromete la calidad del producto y conduce a defectos.
Si bien los sistemas de automatización tradicionales para el acabado pueden ser rígidos y costosos, los robots colaborativos (cobots) proporcionan una solución flexible. Fácilmente reprogramables para adaptarse a las cambiantes necesidades de producción, los cobots no solo mejoran la seguridad en el lugar de trabajo, sino que también permiten a los fabricantes responder rápidamente a las demandas del mercado, garantizando acabados de alta calidad y una mayor eficiencia.