Cuando la mayoría de las personas piensa en robots, suelen imaginar una gran caja torpe utilizada en las líneas de ensamblaje. Pero la realidad es que, con la flexibilidad de los cobots, las empresas pueden automatizar incluso las tareas más simples.
Independientemente de la escala de producción, los cobots pueden implementarse en procesos que son repetitivos, manuales o potencialmente extenuantes para los trabajadores, como pick and place, empaquetado y paletizado, atornillado, aplicación de pegamento, dispensado y soldadura.
En Creating Revolutions, una pequeña start-up con sede en Miami que fabrica un sistema de llamada de servicio al cliente para la industria hotelera, el ensamblaje de su disco de comunicación es una tarea compleja que requiere gran precisión y repetibilidad, lo que llevó a la empresa a investigar la automatización.
La compañía evaluó 40 empresas de robots, “la mayoría de las cuales resultaron ser demasiado grandes, demasiado complicadas de programar o demasiado bruscas,” dijo Einar Rosenberg, CEO de Creating Revolutions. “El UR3 fue elegante, suave y ofreció la precisión exacta que realmente queríamos. Es tan preciso que incluso se ha convertido en un punto de venta, impresionando fácilmente a nuestros clientes.” Antes del UR3, Creating Revolutions tenía tasas de rechazo de dos dígitos. Ahora, con el robot UR en funcionamiento, ese número ha caído a menos del 1%.