Robot colaborativo: Impecable control de calidad

Para satisfacer la creciente demanda de los clientes, Schneider Electric quería que su producción fuera más eficiente y flexible. Se tomó la decisión de automatizar una serie de tareas repetitivas utilizando robots, como la carga de piezas eléctricas en una estación de control de calidad, lo que permite a los empleados llevar a cabo tareas de mayor valor añadido.

Desafío

Los componentes electrónicos se están utilizando en cada vez más dispositivos y son cada vez más versátiles. Esto significa que, si bien la producción de estos componentes está en constante crecimiento, se deben fabricar modelos adicionales de cada componente. Esto supone una carga considerable para el proceso productivo, que se enfrenta a un reto adicional, como es la escasez de mano de obra. Especialmente porque la precisión, una fortaleza de los robots y los robots colaborativos, es extremadamente importante en la producción de componentes, la automatización es una opción obvia en esta industria.

Pero automatizar una línea de producción implica mucho más que simplemente instalar un robot o cobot en algún lugar. Además de la integración mecánica, después de un análisis de riesgos exhaustivo, se debe implementar la seguridad necesaria, se deben modificar los equipos existentes (y, a menudo, también el software que los acompaña) y, por supuesto, los empleados en cuestión deben recibir una breve capacitación para trabajar con el nuevo sistema. Dado que había que mantener la arquitectura de producción existente, las opciones eran algo limitadas. Además, la solución elegida debía ser capaz de hacer frente a pequeñas variaciones en los productos que pasaban por la máquina. Aquí se reserva un papel importante al integrador local, en este caso Ica Industrial Automation, que trabaja en estrecha colaboración con Industrial Cobotics en Haaltert, el distribuidor belga de Universal Robotics.