Aircraft Tooling, un centro de reparación con sede en Texas para la industria de la aviación, se sorprendió al descubrir que los robots de UR podían soportar altas temperaturas y entornos hostiles mientras realizaban procesos de pulverización de polvo metálico y plasma. Los cobots han estado en funcionamiento durante tres años sin averías ni requisitos de servicio.
La transformación empresarial
de Aircraft Tooling Inc. (ATI) estaba estudiando la posibilidad de automatizar las tareas de reparación relacionadas con el nuevo HVOF (combustible de oxígeno de alta velocidad) y el rociado de plasma en las piezas, según fuera necesario en el sector de la aviación. Inicialmente se había recomendado a Juan Puente, supervisor de pulverización térmica de ATI, que comprara robots industriales tradicionales, pero lo que encontró no satisfacía las necesidades de ATI.
"El costo fue escandaloso, los modelos de hierro fundido que observamos eran demasiado voluminosos, no podíamos moverlos fácilmente entre las celdas, eran difíciles de programar y todos requerían protección de seguridad, lo que no funcionaría en nuestras pequeñas celdas de pulverización", dice.